domingo, 10 de diciembre de 2006

Bande à Part

Éramos cinco. O cuatro. O seis.
Justamente, no ser un número redondo, exacto, era lo que hacía que funcione la cosa.
Soy un convencido de que los grupos no sirven de mucho. Los grupos constantes, digo. Esos que se autoconsideran grupos, y van para allá, para acá, gritando “¡somos un grupo!”.
Se limitan, claro que sí. Se encierran en esa cajita musical perversa que los hipnotiza y los hace creer invencibles. Lo que siento por eso es una mezcla atroz de desagrado y envidia.

Pasa igual con las familias. Soy de terror.

Bueno, como decía: la cosa se cortó, está claro. Cada uno por su lado, yo por el mío. Siempre escapé a todo. Escapé tanto que ahora no me encuentran. O no me quieren encontrar, que es peor.


Escuchando: LIVE: En Route (John Scofield Trio, 2004)

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